Me gustaría dormirme pensando en que mañana será otro día, un día nuevo, especial. Un día sincero que hable de promesas cumplidas, y de oportunidades. Un día que no cuente como uno más, que me deje caminar a mis anchas, que me haga el camino más fácil, y que, por supuesto, sepa como hacerme feliz. Pero al acostarme un día más, sé que no va a ser así, que las promesas no van a cumplirse y que no todo será tan fácil, que oportunidades tendremos dos y que me tendré que conformar con el mismo camino empedrado de siempre, no será especial, pero, mientras nos queden lunas que llenar...
No hay comentarios:
Publicar un comentario